“Zapato
¿de quién?”
Y allí
estaba yo, grotesco, rechazado por todas las mujeres a quiénes les pregunté si
era suyo. No me buscan a mí, si no a un príncipe celestial.
“No hay tres sin dos”
Todo estaba destruido, soplo de lobo a la primera, soplo de
lobo a la segunda y luego los tres dijeron, la tercera es la vencida y el lobo
falló.
“Mancha
cadena”
Los nenes jugando a la mancha quedaron encadenados de por
vida. Nunca más pudieron separarse uno de los otros.
“Hazte la fama y échate a dormir”
Aquel gran actor nunca más pudo despertarse de un profundo sueño.
“Pequeña capa roja”
Hoy en día la raptarían. Le convendría llevar consigo una autorización
por ser menor, su documento y un objeto cortante o punzante.
"Duerme,
cocodrilo"
Despertó
y se sintió rígido, cosido a dos manijas. Una mujer adentró su mano en él, él
la mordió. No sabía que al dormirse, se convertiría en cartera.
“LA MUERTE
ATIPICA”
Ella estaba
desesperada, se estaba muriendo por haber comido esa fruta tan perfecta. Al
llegar el día el príncipe se enamoró a primera vista de la hermosa mujer
y le dio el beso que la debería despertar. No lo hizo.
“Calaveras”
Dicen que no lo hacen, que se quedan en silencio, callan cuando
mueren, pero ¡no!, camino entre lápidas y las oigo, dicen cosas que no
entiendo. Le conté a mamá y me dijo: “no querida, las calaveras no chillan”.
“Bosque”
“Juguemos en el bosque mientras el lobo no está…” Eso cantaba la
pequeña niña camino a la casa de su abuelita. Luego de un juego de preguntas y
respuestas espeluznante, no vio más que jugos intestinales.
“Compartir”
El pastel estaba riquísimo, y se lo comió todo. A la noche
el sapo no lo dejaba dormir.
“Cinco para el peso”
Era desilusionante para el niño
pasar cada vez que iba a la escuela, por la vidriera de la juguetería. Miraba
el autito a pilas, con el cartelito flúor del precio al lado, sacaba su
billetera, que estaba ya muy gastada, la abría y seguía caminando hacia la
escuela con la cabeza baja.
“La
escondida”
-¿Cómo me encontrarían si no me
escondiera?- Se preguntó Alicia antes de saltar al pozo.
“Plumas
Verdes”
Y luego de una discusión con su mejor amigo,
amaneció en la concha de la lora.
“¡Feliz
cumpleaños!”
¡Pongámosle la cola al burro!- grito el niño, pero
ya era tarde, había muerto desangrado.
“Pinocho”
Siempre creyó que jugaba bien al futbol, pero en realidad
era de madera.
“Crema
del Cielo”
Probé y un agujero se abrió sobre mi cabeza, “Solo un poco más dije” y
así desapareció el techo de la tierra.
“Estereotipo”
¿Vos qué opinas? “Yo creo que un par menos y quedas bárbara” dijo a un
huesudo reflejo.
“Mancha cadena”
Me tocó y nuestras manos se unieron por siempre.
“No están vivos, no están muertos”
Un día jugábamos a las escondidas pero NUNCA MAS lo encontré.
Un día jugábamos a las escondidas pero NUNCA MAS lo encontré.
“Nadie entendía”
Ahora entiendo todo. Egipto. Cleopatra. Baño de leche. Gato.
“La caja”
Hubo una vez una caja
que podía levantar lo que quisiera, un auto, un alce, un yate, lo que quisiera.
Empezó a ser conocida en todo el mundo como la “Caja fuerte”.
“La bella
durmiente”
Aquella dulce princesa cayó en sueño profundo y eterno, sin
saber que sería despertada 300 años después por una cabra en medio del desagüe.
“En
una vida distinta”
¿Qué hubiera sido de
Tutankamón en nuestra época? Seguramente no andaría con esas ropas jugando a la
pelota con los niños en la calle.
La ley le prohibiría su
mandato hasta que cumpliera los dieciocho, pero a esa edad muere.
Sí, seguramente su vida
hubiese sido distinta; solamente sería uno más en esta vida.
“Pantalón pata de elefante”
Cómo sería
la vida de pesada si los pantalones cobraran vida al llevarlos puestos.
“Del
uno al cielo”
Y fue contando de uno en uno hasta llegar al diez y, cuando quiso
acordarse, se
encontraba parada sobre una nube.
“Saludos peligrosos”
Hasta mañana, si Dios quiere…¿Y si Dios no quiere? No habrá mañana…
“La rana René”
La niña fue molestada durante su niñez por su nombre. Ahora se convirtió en reina.
La niña fue molestada durante su niñez por su nombre. Ahora se convirtió en reina.
“La panadería”
La batalla entre lo dulce y lo salado se dio en plena
cocina, el salero fue derribado por una bomba de dulce de leche repostero, el
cañón humeaba todavía y la sal seguía cayendo.